Dejando aparte lo increíble que puede ser esta ciudad, lo que se aventura en sus calles es lo verdaderamente apasionante, las experiencias vividas, fruto de encuentros con gente local, nos ha dado una perspectiva totalmente diferente de lo que simplemente es ver sus grandes edificios y sus locas y animadas calles.
Como por ejemplo disfrutar de unas delicias tipicas japonesas, en un bar escondido en la 2 planta de un algún edificio perdido por el transitado barrio de Shibuya, con la cálida compañía de nuestra pinche wey Yoshico, Japonesa, residente en Tokyo, crecida en Osaka, y con antecedentes mexicanos en su vida, una combinación explosiva para disfrutar de la química que surgió entre nosotros y ella. Esta buena conexión nos llevo a disfrutar de un picnic al más puro estilo de Tokyo en el Yoyogui park, cuna de las Ghotic Lolitas, chicas disfrazadas como si de un manga se tratase.

Cena con Yoshiko

Picnic en el Yoyogui Park

Yoyogui Park
Como olvidarnos de nuestro gran amigo Hiroshi, Japones 100%, nos hizo de guía en el macro barrio de rascacielos de Ginza, descubriendo la arquitectura de cada uno de los edificios. O como perdernos en las callejuelas de la gran zona de Shinyuku, entre cervezas y pinchos de carne de todas las partes de a saber cual animal. O disfrutar de su hospitalidad en su gran apartamento de 30 metros cuadrados, todo un lujo si comparasemos con su anterior de tan solo 16 metros.

Conociendo rincones de Ginza con Hirochi

Un pequeño lugar entre los grandes edificios de Shinjuku
De Tokyo nos llevamos experiencias tan increíbles como saborear de desayuno a las 6 de la mañana, pescado crudo en un hogareño puesto de comida a los pies del mercado de atunes, probar en el barrio Coreano un poco de su exquisita comida (Tacos de lechuga) o darle un mordisco a una empanada de helado de Té verde.

Comida coreana

Empanas de Helado de Té verde
O deleitarnos con la afición de las chicas japonesas por usar lentes de contacto para hacer que los ojos se vean más grandes y menos achinados, y si no usas lentes, no pasa nada, por que siempre quedan los fotomatones donde puedes hacerte fotos y salir con los ojos bien redondos y la piel bien blanquilla, ahora ya parecemos unos muñequitos de anime.

Fotos del fotomaton "Mis ojos son ENORMES"

Japonesa con los ojos enormes!
y aunque las vistas desde nuestro humilde hostel no son como las de la película «lost in translation», sin duda a nosotros esta mirada a través de nuestra ventana se nos quedara gravada por siempre.

Lost in translation a la mexiespañola
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